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I. Municipalidad de Santiago No + Abuso sexual infantil Fotos: Mara Daruich

[EEUU] Victoria parental en Corte Suprema avalando que padres excluyan en escuelas con libros LGBTQ+

La Corte Suprema de EU falló 6-3 a favor de padres en Maryland, permitiendo la exclusión de sus hijos de clases con libros LGBTQ+ por motivos religiosos; jueces conservadores vieron violación a la libertad religiosa; disidentes advierten «caos» en escuelas públicas

La Corte Suprema de Estados Unidos respaldó a un grupo de padres de corte conservador del condado de Montgomery, Maryland, en su búsqueda de excluir a sus hijos de la instrucción que utiliza libros con temas LGBTQ+ en las escuelas primarias.

La decisión, que se produjo con una votación de 6 a 3 siguiendo líneas ideológicas, representa otra victoria para los defensores de los derechos religiosos en una serie de casos de alto perfil ante el máximo tribunal. El presidente Donald Trump calificó el fallo como «un gran fallo» y una «gran victoria para los padres».

En el caso conocido como Mahmoud vs. Taylor, la Corte Suprema concedió una orden judicial que permite a los padres excluir a sus hijos de la exposición a estos libros mientras el caso avanza, dictaminando que es probable que los padres finalmente prevalezcan.

El juez Samuel Alito, quien redactó la opinión en nombre de los seis jueces designados por republicanos, determinó que la falta de una opción de exclusión voluntaria probablemente afecta sustancialmente el derecho constitucional de los padres a ejercer libremente su religión.

Alito argumentó que el gobierno «obstaculiza el ejercicio religioso de los padres cuando les exige someter a sus hijos a una instrucción que representa una amenaza muy real de socavar las creencias y prácticas religiosas que los progenitores desean inculcar».

Además, afirmó que el gobierno no puede condicionar el beneficio de la educación pública gratuita a la aceptación de dicha instrucción por parte de los padres. La secretaria de Educación de EU, Linda McMahon, celebró la resolución como «una gran victoria para la libertad religiosa y los derechos parentales».

El origen de la disputa en Montgomery, Maryland

La disputa se originó en el condado de Montgomery, Maryland, uno de los sistemas escolares públicos más grandes y diversos del país, ubicado en las afueras de Washington, D.C.

Contexto: en el otoño de 2022, el condado comenzó a incorporar libros con personajes gays y transgénero en el currículo de lengua y literatura de las escuelas primarias, como parte de una misión más amplia para diversificar sus materiales de instrucción y representar mejor la diversidad familiar.

Inicialmente, el condado permitió la exclusión voluntaria de estos materiales, pero la canceló en 2023 debido a la gran cantidad de solicitudes de padres por motivos religiosos, lo que consideró «logísticamente inviable» y «disruptivo». Sin embargo, el distrito aún permite la exclusión voluntaria en las unidades de educación sexual dentro de las clases de salud.

Una coalición de padres musulmanes, católicos romanos y ortodoxos ucranianos, junto con la organización Kids First, presentó una demanda, alegando que la imposibilidad de excluir a sus hijos de la exposición a los libros violaba su derecho a la libertad de expresión religiosa amparado en la Primera Enmienda.

Los padres argumentaron que los libros «promueven una ideología transgénero unilateral» y que la exposición a estos contenidos amenazaba con socavar las creencias y prácticas religiosas que deseaban inculcar en sus hijos, especialmente las relacionadas con el género y la sexualidad, «cruciales para que sus hijos puedan cumplir con sus aspiraciones religiosas sobre el matrimonio y la familia».

Entre los libros mencionados en el epicentro del conflicto se encuentran «Prince & Knight», que transmite el mensaje de que el matrimonio entre personas del mismo sexo «debería ser aceptado por todos como un motivo de celebración», y «La boda del tío Bobby», que presenta a un personaje gay que se casa, así como «Nacido listo», que trata sobre un niño transgénero.

La argumentación de la mayoría conservadora

Los jueces conservadores expresaron su incredulidad ante la supuesta dificultad que la junta escolar tenía para ofrecer una cláusula de exclusión voluntaria. Durante los argumentos, el juez Samuel Alito cuestionó por qué no era factible la opción de exclusión, y el juez Brett Kavanaugh coincidió.

El juez Neil Gorsuch incluso mencionó comentarios de miembros de la junta escolar que afirmaban que los padres promovían el «odio» o repetían opiniones de supremacistas blancos, preguntando si eso sugería «hostilidad hacia la religión».

La Corte afirmó que el derecho a educar a los hijos en las propias creencias religiosas «recibe una generosa medida de protección de la Constitución» y se extiende a decisiones fuera del hogar, como elegir una escuela religiosa privada.

El tribunal señaló que la introducción de los libros «inclusivos para personas LGBTQ+» junto con la política de no exclusión voluntaria socava el derecho de los padres al libre ejercicio de su religión.

Advierten caos para las escuelas públicas

Los tres jueces liberales de la Corte, Sonia Sotomayor, Elena Kagan y Ketanji Brown Jackson, disintieron de la decisión. La jueza Sonia Sotomayor advirtió que el fallo «será un caos para las escuelas públicas de esta nación». Sotomayor argumentó que exigir a las escuelas que avisen con antelación y ofrezcan la posibilidad de no participar en planes de clase que puedan implicar las creencias religiosas de los padres «impondrá una carga administrativa insoportable a las escuelas».

Subrayó que el daño no recaerá solo en los educadores, sino que los niños también sufrirán interrupciones y ausencias que pueden causar daños duraderos en su aprendizaje y desarrollo.

En su opinión disidente, Sotomayor escribió que la decisión «amenaza la esencia misma de la educación pública» y «desmantela nuestro precedente de libre ejercicio», argumentando que las escuelas públicas ofrecen a los niños una oportunidad de aprender una gama de conceptos y perspectivas que reflejan toda la sociedad, una experiencia que se «convertirá en un mero recuerdo si los niños deben estar aislados de la exposición a ideas y conceptos que pueden entrar en conflicto con las creencias religiosas de sus padres».

Los jueces liberales también expresaron preocupación sobre hasta qué punto las exclusiones voluntarias podrían extenderse a otros temas como la evolución o el matrimonio interracial.

Reacciones y el contexto de una «guerra cultural»

El fallo se enmarca en un contexto de «guerras culturales» en la educación pública, donde las objeciones de padres y legisladores republicanos a la instrucción sobre temas LGBTQ+ han provocado prohibiciones de libros y leyes restrictivas.

La organización PEN America ha contabilizado casi 16,000 prohibiciones de libros desde 2021, la cifra más alta desde el macartismo, con más de 10,000 solo en el año escolar 2023-2024.

La Ley de Derechos de los Padres en la Educación de Florida, conocida como «No digas que eres gay», ha sido una de las más controvertidas, y leyes similares se han promulgado en otros estados como Arkansas, Montana y Nuevo Hampshire.

Apoyos y opositores en el caso

Los padres fueron representados por el Fondo Becket para la Libertad Religiosa, un grupo legal conservador que frecuentemente lleva casos de religión ante la Corte Suprema. Recibieron un amplio respaldo de la administración Trump, la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días y otros grupos religiosos, más de cinco docenas de miembros republicanos del Congreso, 26 fiscales generales estatales republicanos y varios grupos legales conservadores.

El Departamento de Justicia de Trump presentó un escrito instando a los jueces a apoyar a los padres, calificando la política del distrito escolar de «interferencia textual con el libre ejercicio de la religión».

Por otro lado, el condado de Montgomery fue respaldado por una coalición de otros grupos religiosos, fiscales generales demócratas de Washington, D.C. y 18 estados, la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU) y grupos de defensa LGBTQ+.

La junta escolar argumentó que la mera exposición a contenido que los padres consideren religiosamente objetable no constituye una violación de la Primera Enmienda, y que no existía ningún intento de coaccionar a los niños.

El grupo defensor del secularismo, Freedom From Religion Foundation, afirmó que los padres no deberían tener un derecho constitucional a garantizar que todos los materiales educativos seculares se ajusten a sus creencias religiosas personales.

Este caso es uno de varios en el período actual de la Corte Suprema que involucran derechos religiosos. En un caso relacionado, el tribunal llegó a un punto muerto de 4 a 4 sobre la propuesta de crear la primera escuela autónoma religiosa financiada con fondos públicos del país en Oklahoma, dejando intacto un fallo inferior que bloqueaba el contrato de la escuela.

La Corte Suprema también ha respaldado previamente los derechos religiosos en casos que involucran argumentos contradictorios presentados por defensores de los derechos LGBTQ+, como en 2023, cuando falló a favor de un diseñador web cristiano que se negó a trabajar en bodas entre personas del mismo sexo.

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